A pesar de sus beneficios en la industria, es importante destacar que el polvo y los vapores de molibdeno pueden representar riesgos para la salud humana. La exposición prolongada a niveles bajos de molibdeno puede causar irritación en los ojos y la piel. Por lo tanto, es fundamental evitar la inhalación o ingestión directa de molibdeno y sus óxidos. Además, las aguas residuales generadas por las industrias que utilizan molibdeno deben someterse a tratamientos adecuados para eliminar grandes cantidades de este elemento antes de ser descargadas en el sistema de alcantarillado público, garantizando así la protección del medio ambiente y la salud pública.

Para medir los niveles de molibdeno en muestras de agua, se emplean métodos fotométricos que se basan en el principio de absorbancia de Beer-Lambert. Este método se fundamenta en la relación entre la intensidad del color producido y la concentración de molibdeno presente en la muestra. Los productos destinados al análisis fotométrico incluyen fotómetros portátiles y de mesa, así como espectrofotómetros, que ofrecen precisión y fiabilidad en la determinación de la concentración de molibdeno en diversas muestras acuosas.