En el ámbito del suministro de agua potable, el índice de peróxido desempeña un papel significativo en la eliminación de contaminantes como el manganeso, al contribuir a la formación de un precipitado que puede ser fácilmente filtrado durante el proceso de purificación del agua. Además de su efectividad en la eliminación del manganeso, el valor de peróxido también es eficaz para reducir la presencia de materia orgánica adicional en el agua potable, la cual puede ser responsable de generar olores y colores no deseados.

La medición del valor de peróxido se realiza típicamente de manera fotométrica utilizando reactivos específicos. En este proceso, el análisis fotométrico se basa en el principio de absorbancia de Beer-Lambert, donde la intensidad del color producido es directamente proporcional a la concentración del valor de peróxido presente en la muestra analizada. Esta técnica proporciona una forma precisa y confiable de cuantificar la concentración del valor de peróxido, lo que permite monitorear y controlar su presencia en diferentes entornos y procesos industriales.