En el agua, el cloro puede ser introducido por actividades industriales, la cloración del agua para desinfección, agua potable, torres de enfriamiento y el tratamiento de piscinas, entre otros. Su presencia puede tener efectos adversos en la vida acuática y en la salud humana si no se mide y controla adecuadamente. En el suelo, la presencia de cloro puede afectar la salud de los ecosistemas terrestres y la disponibilidad de nutrientes para las plantas. El exceso de cloro puede resultar en la alteración de la biodiversidad del suelo y en la disminución de la productividad agrícola. En la industria, el cloro se utiliza en una variedad de procesos, desde la fabricación de productos químicos hasta la desinfección del agua en plantas de tratamiento.

Hanna ofrece una amplia variedad de soluciones para la medición precisa del cloro. Su catálogo de productos abarca desde kits de pruebas químicas y el Checker HC hasta fotómetros portátiles y de mesa, espectrofotómetros y analizadores de procesos. La elección del método de medición depende del rango de concentración de cloro a evaluar. Para niveles bajos (< 5 mg/L o ppm), se emplea comúnmente el método DPD, mientras que para niveles más elevados (hasta 500 mg/L), se utiliza un sistema yodométrico. En muchas aplicaciones industriales, el monitoreo y control de la concentración de cloro se realiza mediante la medición del potencial de oxidación-reducción (ORP), asegurando así un manejo efectivo y seguro de este importante compuesto químico.