Medidor Portátil Multiparámetro de Turbidez y Ion Específico – HI93102

Importancia del Uso

La turbidez, el cloro libre y total, el ácido cianídrico, el pH, el yodo, el bromo y el hierro de rango bajo son parámetros críticos que pueden ser medidos para garantizar una buena calidad del agua en el agua potable, aguas residuales y en el agua utilizada en piscinas y spas.

La turbidez es uno de los parámetros más importantes utilizados para determinar la calidad del agua potable. Una vez considerada como una característica principalmente estática del agua potable, existe evidencia significativa de que el control de la turbidez es una protección competente contra los patógenos. En aguas naturales, se toman medidas de turbidez para medir la calidad general del agua y su compatibilidad en aplicaciones que involucran organismos acuáticos.

El cloro es uno de los desinfectantes más utilizados para el tratamiento del agua. Se puede agregar en varias formas, incluyendo hipoclorito de calcio, hipoclorito de sodio o, en algunos casos, gas de cloro. Cuando se agrega al agua, el cloro crea ácido hipocloroso (HOCl) que se disocia en ion hipoclorito (OCl^–).

HOCl ? H⁺ + OCl^–

ácido hipocloroso ? ion hidrógeno + ion hipoclorito

El HOCl es la forma de cloro que actúa como un desinfectante más fuerte en comparación con el OCl^–. Para garantizar que el cloro agregado sea efectivo en la desinfección, se debe tener en cuenta el pH del agua. Alrededor del pH 7.5, el HOCl y el OCl^– están presentes en cantidades relativamente iguales. Por debajo del pH 7.5, el equilibrio cambia para favorecer HOCl, por encima del pH 7.5, el equilibrio cambia para favorecer OCl-. Dependiendo de la aplicación, la adición de cloro es efectiva cuando se agrega al agua con un valor de pH neutro o ligeramente ácido.

Cuando el cloro se agrega por primera vez al agua, se encuentra como cloro libre. La cantidad de cloro libre medida significa la cantidad disponible para la desinfección. Una vez que el cloro comienza a desinfectar las bacterias y los patógenos presentes en el agua, se convierte en cloro combinado. El cloro combinado ya no está disponible para actuar como un desinfectante. La medición del cloro total significa la cantidad de cloro libre y cloro combinado. Con las mediciones de cloro libre y total, un operador de agua potable o propietario de una piscina puede determinar si hay suficiente cloro disponible para la desinfección.

El ácido cianídrico es mejor conocido como un reactivo estabilizador para el cloro. Se aplica ampliamente en programas de tratamiento de piscinas y spa para retardar la descomposición del ácido hipocloroso. En úreas de piscinas al aire libre, este proceso se acelera por los efectos de los rayos UV. Cuando se aplica correctamente puede ahorrar hasta un 80% del consumo normal de cloro en piscinas durante los meses pico.

El bromo es menos volátil y más estable que el cloro, por lo que es una buena opción como desinfectante en piscinas, spas y jacuzzis, y un agente desinfectante en los sistemas de agua potable. Al igual que el cloro, las cantidades excesivas de bromo en el agua pueden ser peligrosas para la salud y pueden causar irritación en los ojos. El monitoreo diario de la concentración de bromo evita daños al equipo y contribuye a la optimización y eficiencia del proceso a la vez que proporciona una mayor seguridad para el usuario.

El hierro está naturalmente presente en el agua en bajas concentraciones, pero alcanza altas concentraciones en los efluentes de aguas residuales. La concentración de hierro en el agua debe ser controlada porque se vuelve dañina por encima de ciertos niveles. En el agua domástica, por ejemplo, el hierro puede manchar la ropa, dañar los utensilios de cocina, favorecer el crecimiento de ciertas bacterias y alterar desagradablemente el sabor del agua. El hierro también es un indicador de la corrosión constante en los sistemas de refrigeración y calefacción de agua. Además, el hierro normalmente se controla en las aguas residuales mineras para evitar la contaminación.

Principio de Funcionamiento

Al medir la turbidez, el rayo de luz que pasa a través de la muestra se dispersa en todas las direcciones. La intensidad y el patrón de la luz dispersada se ven afectados por muchas variables, como la longitud de onda de la luz incidente, el tamaño y la forma de la partícula, el índice de refracción y el color. El sistema óptico del HI93102 incluye una fuente de luz LED y un detector de luz dispersa (90°).

Principio de Funcionamiento: Modo Colorimétrico

Cuando se miden iones específicos en el modo colorimétrico, se añade a la muestra un reactivo específico para cada parámetro que genera un cambio de color. Cuanto mayor es la concentración, más profundo es el color. El cambio de color asociado se analiza colorimétricamente según la Ley Beer-Lambert. Este principio establece que la luz es absorbida por un color complementario y la radiación emitida depende de la concentración. Para la determinación de cloro libre y total, ácido cianídrico, pH, yodo, bromo y hierro de rango bajo, un filtro de interferencia de banda estrecha a 525 nm (verde) permite que el fotodetector de silicio detecte solo la luz verde y omite cualquier otra luz visible emitida desde la fuente de luz. A medida que aumenta el cambio de color de la muestra reaccionada, la absorbancia de la longitud de onda de luz específica también aumenta, mientras que la transmitancia disminuye.