Estas medidas nos proporcionan información sobre la intensidad luminosa en un área específica y son importantes para comprender y satisfacer las necesidades lumínicas de diversos entornos, desde invernaderos hasta espacios de cultivo hidropónico y acuapónico.

Las plantas tienen requisitos variables de intensidad lumínica, y su crecimiento y desarrollo están intrínsecamente ligados a la cantidad de luz que reciben. En general, se clasifican según tres categorías principales de necesidades lumínicas: bajo, mediano, alto y muy alto. Por ejemplo, las plantas de interior con necesidades de luz bajo requieren un mínimo de 1,1 Klx (kilolux), mientras que aquellas con necesidades muy altas pueden necesitar al menos 10,8 Klx o más.

Para mantener la calidad de las plantas durante un año, se recomienda un suministro de al menos 1,1 Klx durante 12 horas diarias. Sin embargo, para obtener beneficios adicionales, como un crecimiento óptimo y un follaje saludable, se sugiere aumentar la intensidad lumínica a un mínimo de 2,1 Klx durante el mismo período. Es importante tener en cuenta que tanto la falta como el exceso de luz pueden ser perjudiciales para las plantas. Las plantas de sombra, por ejemplo, no pueden tolerar niveles de luz excesivamente altos y pueden sufrir daños si se exponen a una luminosidad inadecuada.